Matiu nació en 16 de mayo de 1995 y fue adoptado por mi familia. Sus primeros años vivimos en una casa en Ibague, luego nos trasladamos
a un conjunto cerrado. Estos primeros años fueron su etapa mas activa y la vivimos juntos porque crecimos al mismo tiempo. Me traía varios obsequios de sus paseos como pájaros y cucarrones, pero
el que mas recuerdo fue un murciélago!! fue muy feo y gracioso pero no le dijimos nada por
que sabíamos que él lo hacia con la mejor intención.
En el año 2004 murió mi papá. Matiu se
vio muy afectado, ya que eran muy amigos. Lo estuvo esperando en la ventana por
muchos días, hasta que comprendió que se había ido y decidió continuar con su vida. Sin embargo, su depresión tardo un poco en sanar ya que se volvió un poco agresivo y
tuvimos que tener mucha paciencia y darle mucho cariño hasta que volvió a la
normalidad.
Meses después, nos trasladamos a Bogotá debido a que yo entre a la universidad. En
ese viaje nos hizo pasar el susto de nuestras vidas, el venia en su guacal
junto con el trasteo, al llegar se había salido de su guacal, todos nos
asustamos mucho y cuando ya nos íbamos a devolver por toda la carretera a buscarlo revisamos bien el camión del trasteo y vimos que Matiu se había salido de su incomodo guacal para acomodarse en su sofá favorito.
Matiu pasó sus últimos años en nuestra vivienda
actual, era muy apegado a mi, cuando se me hacia tarde me despertaba, me
esperaba en la puerta todas las noches y los fines de semana temprano en la
madrugada se metía en mi cama para pasar un rato de pereza conmigo.
Todas las navidades compartía la novena con la familia, desbarataba el pesebre
y dormía bajo el árbol de navidad.
El 7 de agosto de este año, 2013, yo lo sentí
diferente, lo lleve al veterinario, le tomó varios exámenes y nos dío varias indicaciones para su tratamiento porque tenia su riñón malito. Mi sexto sentido desarrollado por el vínculo que tenía con él, me decía que tenia algo mas... toda
su convalecencia durmió conmigo y el domingo pasado me buscó para que estuviera
con él y junto con mi novio, mi mama, mi hermana y mi sobrina lo consentimos y
lo acompañamos hasta que dejó de respirar.
Matiu murió a sus 18 años de edad, aunque hicimos todo lo posible por su edad mi gatico no pudo mas y murió acostadito en su camita y acompañado de toda su familia, porque el fue un integrante más.
Sus restos están en el jardín de la
casa de mi prima junto con Clinton y Negro dos perritos también muy queridos en
nuestra familia. Matiu se ganó un lugar muy especial en el corazón de mi familia y
mis amigos, tanto que todos mis conocidos solo me recuerdan al lado de Matiu,
siempre lo voy a recordar ya que tuve la fortuna de pasar toda mi infancia, adolescencia y parte de mi adultez junto al mejor de los compañeros.
En mi duelo quisé compartir la historia de Matiu con el fin de mantener viva su memoria. Me siento bastante tranquila pues el no sufrió mucho y su muerte fue bastante tranquila, en este momento estoy muy triste e intentando reanudar mi vida pues Matiu significó mucho en mi vida, mi papa me lo regalo cuando tenia 7 años, ahora tengo 25 años.
Muchas gracias por leer nuestra historía y acompañarme en mi dolor. Cuiden y valoren a sus gatos, son los mejores amigos del mundo.
A continuación algunas fotos de los momentos más representativos de la vida de Matiu:
Matiu con frio
Matiu con Naranjito
Matiu con su peluche favorito
Matiu, el gato Sith_edith
Matiu, estudiando conmigo
Matiu, celebrando mi grado a mi lado
Matiu, conmigo y su amigo Andrés
Matiu, hawaiano
Matiu, se gradua como ingeniero
Matiu en navidad
La caricatura de Matiu hecha por Andrés
Dejame decirte que me conmovió muchisimo tu historia, se me salio una que otra lagrima, pero que rico que ese gatico haya compartido tantas cosas bellas contigo, todo lo que te acompaño, ya ahora estara vivo en el recuerdo de todos, que linda historia, LLORAR POR UN ANIMAL MUESTRA LA GRANDESA DE PERSONA QUE ERES. BY - Bryan Bray
ResponderEliminarQue bonita historia, me quedo sin palabras, deseo que tengas muchos animos y fuerza para que te recuperes de esta gran perdida y que siga Matiu vivo en sus corazones recordandolo con agradecimiento y alegria, Dios te bendiga a ti y tu familia..
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQué linda historia. Duele la ausencia de un gran amigo como lo es un minino pero es mas fuerte el sentimiento de felicidad al recordar los grandes momentos que nos proporciona una criaturita tan hermosa y agradecida como lo es un gatico, que sin esperar mucho a cambio nos brinda grandes alegrías y compañía con la única condición de que debemos amarlo y cuidarlo. Fuerza Catalina, te comprendo totalmente, yo estoy pasando aún por un fuerte duelo similar al tuyo y ojalá consigas un nuevo compañerito de vida que aunque no va a reemplazar a tu angelito porque cada mascota es única e irrepetible, sí te va a obsequiar momentos particularmente inolvidables y felices.
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