Los médicos siempre recomiendan en sus
consultas el consumo suficiente de agua para el buen funcionamiento del cuerpo
humano, esta recomendación no solo aplica para nuestra especie, sino es
importante para los otros seres vivos que nos acompañan en este planeta, seres
dentro de los cuales encontramos a los maravillosos y mágicos felinos.
Si bien los gatos gracias a su origen desértico
son caracterizados por tener consumos bajos de agua y ser menos propensos a
enfrentar estados de deshidratación,
respecto a otras especies, requieren del consumo del liquido vital para
el funcionamiento de su organismo y para la prevención de algunas enfermedades
heredadas al igual que el bajo consumo de agua de sus antepasados.
En la actualidad, gracias a los procesos de domesticación del
gato, la ausencia de agua en el entorno donde habitan ha desaparecido pero su
instinto ahorrador del líquido ingerido permanece, manteniendo consigo la predisposición a
enfermedades urinarios como la presencia de cristales, cálculos y la misma
insuficiencia renal; y las enfermedades asociadas a la hipertensión arterial.
Nosotros como responsables de nuestros gatos debemos incentivar el consumo de
agua diario con el objetivo de prevenir
los problemas de salud anteriormente mencionados y ayudar en la facilitación del
funcionamiento adecuado del organismo de nuestro minino, debido a que “aproximadamente
el 70% del peso corporal de los gatos adultos está compuesto de agua, y este es
el elemento que en el organismo garantiza el funcionamiento celular, el
transporte de nutrientes y oxigeno, los procesos de metabolización, y la solvencia de los productos no utilizados para el
funcionamiento del cuerpo los cuales son
excretados a través de la orina”[1].
Encontramos tres procesos de pérdida de líquidos
en nuestros gatos que son la deposición fecal cuya pérdida de agua es mínima;
la excreción urinaria que representa el mayor volumen de perdida y que está
estrechamente relacionada con el funcionamiento del riñón, órgano encargado de
mantener el equilibrio hídrico en el cuerpo; y la tercer vía de pérdida de agua
en los gatos es la respiración, proceso que ejerce un rol fundamental en el
control de la temperatura de nuestro minino, siendo fundamental el mayor
consumo de agua en los días más calientes del año.
A su vez, tenemos tres fuentes de agua directa
la primera se localiza en el porcentaje de humedad de la comida que le
proporcionamos; la segunda es el agua metabólica producida durante el proceso
de digestión y metabolización de los alimentos; y la tercera es el agua
ingerida voluntariamente, fuente sobre la cual nosotros podemos interferir con
el objetivo de aumentar su consumo y la cual está determinada por “la
temperatura ambiente, la dieta, el nivel de ejercicio, el estado fisiológico,
la salud del animal, la edad, y los bebederos”[2]
¿Cómo podemos
incentivar el consumo de agua?
Es muy sencillo debemos estimularlos desde
temprana edad o desde el momento que llegan a nuestra vida para que el consumo
de agua sea un habito, en este sentido debemos proporcionarle diariamente agua
suficiente y limpia, los gatos adoran el agua en movimiento gracias a que se
mantiene más fresca razón por la cual podemos proporcionarles fuentes de agua
que son ofrecidas en el mercado, o varios recipientes con agua fresca en
diferentes espacios de la casa. Es importante que los recipientes siempre estén
limpios y sin olor, los más recomendados son de inox, porcelana o cerámica
gracias a que mantienen el agua más fresca y por tanto más refrescante.
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